¿Sientes un impulso repentino de salir de la habitación? ¿Evitas la próxima reunión familiar? ¿No puedes concentrarte en el trabajo? Puede que ni siquiera te hayas dado cuenta, pero podrías padecer sensibilidad al ruido de una forma u otra. Como persona autista, sé por qué mis oídos son sensibles al ruido, pero muchas personas con sensibilidad auditiva debida a trastornos como la hiperacusia o la fonofobia pueden no haber conectado aún los puntos.
A continuación se indican una serie de cosas que pueden apuntar a una sensibilidad al sonido.
#1 ¿Siempre te distraes o sales de la habitación? ¡Tus oídos son sensibles al ruido, amigo mío!
¿A veces sientes de repente que tienes que salir de la habitación durante un rato? Tal vez salgas un rato, o busques una habitación en la que esconderte en busca de paz y tranquilidad. Otros pueden quedarse quietos, pero tienen tendencia a desconectar: se desvinculan de su entorno y se repliegan sobre sí mismos. Pueden fingir que son razonables, pero les costaría mantener una conversación real. Aunque los demás piensen que están siendo distantes, simplemente están demasiado abrumados por su sensibilidad al ruido para centrarse en lo que ocurre. ¿Te suena?
Happy Loopers - Reduce tu sensibilidad al ruido
#2 ¿Sufres de dolores de cabeza o migrañas? Es posible que sufras de fonofobia
Fonofobia significa simplemente intolerancia o hipersensibilidad al sonido, o miedo a los ruidos fuertes. Las personas que padecen fonofobia pueden experimentar sensaciones de pánico o malestar como reacción incluso a sonidos moderadamente fuertes. Es uno de los síntomas más frecuentes que experimentan los migrañosos. Determinados ruidos pueden causar un malestar extremo durante la formación de las migrañas y durante los ataques. Pero incluso las personas que no padecen migrañas pueden sufrir dolores de cabeza por estrés como reacción a los sonidos, si son sensibles al ruido.
#3 ¿Hay ciertos movimientos o gestos que te tranquilizan? Tal vez sea tu audición sensible


Si tienes oídos sensibles al ruido, ciertos movimientos o gestos pueden proporcionarte un alivio temporal. Como persona del espectro, estoy muy familiarizada con cierto comportamiento llamado «estimular». Al fin y al cabo, el autismo suele ir de la mano de la sensibilidad al ruido.
La estimulación auditiva puede adoptar la forma de tararear, gruñir, golpear objetos u oídos y chasquear los dedos, entre otras.
Pero también puedes basarte más en el movimiento, por ejemplo rechinando los dientes, subiendo los hombros o abriendo y cerrando los puños. Esto ayuda a desviar la atención del agobio sensorial y puede reconfortar a las personas con sensibilidad al ruido, sobre todo si tienen autismo.
#4 ¿Evitas las situaciones sociales y las reuniones? Podría ser hiperacusia
¿Rechazaste la última invitación a la hora feliz con los colegas o a la fiesta de cumpleaños de tu amigo? No lo achaques de entrada a tendencias antisociales.
Podría ser sensibilidad al sonido de una forma u otra, por ejemplo hiperacusia. Muchas personas simplemente no pueden soportar estar en una situación de aglomeración con gente a la que le encanta alzar la voz. Sobre todo si tienen que viajar lejos para visitar a gente y quedarse con ellos y luego no pueden escaparse.
Quizá te parezca que no merece la pena porque acabas estando superirritable con todo el mundo. No, esto no significa necesariamente que no te guste la gente: podría tratarse simplemente de miedo a los ruidos fuertes.
#5 ¿Tienes problemas para concentrarte? Quizás tus oídos sean sensibles a los ruidos fuertes


¿Te supuso un gran alivio verte obligado a trabajar en casa durante la pandemia? ¿Las oficinas abiertas son tu peor pesadilla?
Tal vez puedas achacarlo a unos oídos sensibles. A algunas personas no les molesta el ruido de fondo cuando trabajan, mientras que otras no lo soportan.
Si tienes la sensación de que no puedes concentrarte en tu trabajo o de que pierdes la atención en entornos ruidosos, puede que seas sensible a los ruidos fuertes.
#6 ¿La gente que grita o susurra te vuelve loco? Es posible que sufras misofonía
Mucha gente piensa que la sensibilidad al ruido significa que no puedes soportar volúmenes altos, pero puede ser algo más que eso. A algunas personas también les provocan mucho ciertos sonidos suaves.
Alguien que se inclina para susurrarle suavemente al oído o que mastica suavemente puede provocar a las personas con misofonía un caso grave de tembleque. Y las personas con fonofobia pueden tener reacciones nerviosas extremas ante sonidos de distintos volúmenes, desde el ruido metálico de las sartenes hasta el crujido de las bolsas de plástico.
Así que si te preguntas"¿por qué soy tan sensible a ruidos queno pueden dañarme los tímpanos ?
#7 ¿Te sientes más cómodo usando auriculares, dondequiera que vayas? Eso podría ser la sensibilidad al ruido
¿Eres de los que tienen los auriculares casi pegados a la cabeza? ¿Ya sea en el trabajo, en el supermercado o paseando por la calle? Lo entiendo perfectamente, porque como autista soy extremadamente sensible al sonido. Para mí es más seguro ponerme los tapones Loop o los auriculares antirruido cuando salgo a la calle.
Así que si sientes la necesidad de filtrar el sonido de una forma u otra, adivina qué: podría tratarse de sensibilidad al ruido.