Cómo afrontar la misofonía en el trabajo: nuestros mejores consejos

Puntos clave:

  • La misofonía es una reacción emocional intensa a determinados sonidos, muchos de los cuales son habituales en el lugar de trabajo, como masticar, teclear o chasquear el bolígrafo.
  • Puede tener un gran impacto en el trabajo, como problemas de asistencia y dificultades con los compañeros.
  • Entre las estrategias de afrontamiento se incluyen la comunicación abierta, el uso de tapones para los oídos que reduzcan el ruido, la creación de un entorno laboral de apoyo y la aplicación de técnicas de reducción del estrés como la respiración profunda y la atención plena.

¿Sientes rabia cuando tu compañero come con la boca abierta? ¿Sientes que te sube la tensión cuando suenan la cafetera, las impresoras y los teléfonos? ¿Te molesta la persona que habla por teléfono en la mesa de al lado?

Todos estos son signos de que puedes tener misofonía, una reacción emocional intensa a determinados sonidos. Los sonidos aparentemente inocuos pueden provocar emociones negativas, como ira, ansiedad o asco, en las personas con misofonía, y en el trabajo eso puede significar cosas como masticar, teclear, chasquidos de bolígrafo o crujir de papeles.

Si este tipo de ruidos te provocan una reacción intensa, puede ser difícil de sobrellevar en el trabajo, donde es inevitable que haya ruido por todas partes. Pero hay formas de afrontar la misofonía en el trabajo, trabajes donde trabajes. Desde utilizar auriculares con supresión de ruido para enmascarar los sonidos desencadenantes, hasta solicitar adaptaciones como la designación de zonas tranquilas, hay formas de reducir el impacto de la misofonía y hacer que tu vida laboral sea más cómoda. Pero, si no recibes ayuda para la misofonía en el trabajo? Puede provocar un aumento de los niveles de estrés, reducir la productividad y tener un gran impacto en tu bienestar mental.

Así que, teniendo esto en cuenta, aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre cómo tratar la misofonía en el trabajo, para tener una vida laboral más feliz, saludable y productiva.

El impacto de la misofonía en el trabajo

La misofonía es bastante común, y los estudios demuestran que 1 de cada 5 personas en el Reino Unido padece esta afección. Pero aunque sea bastante frecuente, no es una enfermedad especialmente bien conocida, lo que significa que puede tener un gran impacto, tanto en tu vida personal como profesional.

Algunas de las formas en que puede afectarte en el trabajo son:

Tips How To Deal With Misophonia At Work

Problemas de asistencia

Si te cuesta hacer frente a los ruidos desencadenantes en el trabajo, puedes sentir la tentación de decir que estás enfermo para evitarlos. O, incluso si vas a trabajar, la angustia que pueden provocar los ruidos puede hacer que tengas que hacer pausas con frecuencia o que no seas productivo mientras intentas gestionar esa angustia emocional.

Ahí es donde entra en juego una comunicación clara. Ser abierto y sincero con tu lugar de trabajo sobre tu enfermedad es esencial, ya que tu jefe puede hacer ajustes para ayudarte a sobrellevarla. Por ejemplo, tal vez pueda flexibilizar tu horario de trabajo o cambiarlo por otro que te ayude a controlar mejor los síntomas sin sacrificar la productividad.

Opciones profesionales limitadas

Algunos lugares de trabajo son más ruidosos que otros, y eso significa que determinadas funciones o sectores pueden estar fuera del alcance de las personas con misofonía. Puedes encontrarte limitado en tus opciones profesionales si intentas evitar entornos llenos de ruidos desencadenantes.

De nuevo, aquí es donde la comunicación es clave. No deberías tener que limitar tus opciones profesionales sólo porque tengas misofonía. No tengas miedo de hablar con empresarios y posibles empresarios para averiguar qué adaptaciones pueden hacerse para ayudarte a afrontar mejor la misofonía en el trabajo.

Desafíos con los colegas

La misofonía puede tensar las relaciones con los compañeros, lo que a veces puede provocar conflictos o aislamiento social. Imagina que el compañero de trabajo sentado a tu lado hace clic con su bolígrafo todo el día, todos los días. Ese ruido te frustra y te hace sentir ansioso y enfadado. Al final, te enfadas con él y se produce una acalorada discusión, algo que no es de recibo en el lugar de trabajo.

La frustración y la ansiedad provocadas por determinados sonidos pueden dar lugar a malentendidos y resentimientos, pero, una vez más, la comunicación puede ayudar a reducir el riesgo de que esto ocurra. Abordar abiertamente la misofonía y educar a los compañeros de trabajo sobre la enfermedad puede ayudar a fomentar la comprensión y minimizar los conflictos.

Avance profesional

Si tu trabajo requiere mucho trabajo en red o hablar en público, puede que te encuentres rechazando oportunidades, preocupado por asistir a conferencias, actos de networking o hacer presentaciones debido a posibles desencadenantes - y en algunos sectores, estas cosas son cruciales si quieres avanzar en tu carrera.

Explorar métodos alternativos para demostrar tus habilidades, como la comunicación escrita o las presentaciones virtuales, puede ayudar a las personas con misofonía a mostrar sus capacidades sin que su enfermedad se lo impida.

Estrategias para afrontar la misofonía en el trabajo

Gestionar la misofonía en el lugar de trabajo puede ser un desafío, pero existen estrategias que pueden ayudarle a afrontarla de manera eficaz. A continuación, se ofrecen algunos consejos prácticos para aprender a afrontar la misofonía en el trabajo:

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Autoconciencia y educación:

Como ya sabrás, existe una relación entre la misofonía, la sensibilidad al sonido y la ansiedad. Cada persona reacciona de forma diferente a la misofonía y a sus desencadenantes. Si tienes una reacción leve a determinados desencadenantes, puedes experimentar síntomas de misofonía como

  • Ansiedad
  • Sensación de incomodidad
  • Ganas de huir
  • Asco
Encuentra tu enfoque

También es posible tener a veces una reacción más severa, creando respuestas más fuertes como

  • Rabia
  • Ira
  • Odio
  • Pánico
  • Miedo
  • Angustia emocional

En cualquier caso, la misofonía no es cosa de risa. Se sabe que quienes padecen misofonía desarrollan ansiedad anticipatoria cuando se enfrentan a situaciones en las que pueden estar presentes sonidos desencadenantes.

Cada persona tiene unos desencadenantes diferentes, por lo que, como persona que padece misofonía, es importante saber dónde están tus límites y anticiparte a las situaciones que puedan desencadenar una respuesta. Ser consciente de tus desencadenantes y reacciones puede ayudarte a controlar mejor tus respuestas.

Creando un ambiente de trabajo de apoyo:

El siguiente paso para gestionar tu misofonía en el lugar de trabajo es informar a tus compañeros. Sólo cuando la gente del trabajo conozca tu sensibilidad al sonido, podrá tenerla en cuenta. Así que empecemos por ahí: es hora de informar a tus compañeros de trabajo sobre la misofonía. Hay muchos malentendidos sobre trastornos como la misofonía (y otros, como el autismo). La gente puede hacer preguntas como «¿es la misofonía una enfermedad mental?», así que prepárate para desmentir algunos mitos.

Es importante que comuniques que la misofonía es un trastorno reconocido que reduce tu tolerancia a determinados sonidos, lo que a menudo desencadena respuestas emocionales o fisiológicas intensas. A continuación, explica tus desencadenantes de misofonía. Pueden ser desde el sonido de un rotulador sobre una pizarra blanca hasta los ruidos de masticación durante la comida. No te contengas: sé sincero sobre lo que te provoca. Piensa también en tu «tratamiento» ideal para la misofonía: no dudes en proponer sugerencias y solicitar adaptaciones razonables, como tapones para los oídos que reduzcan el ruido o un espacio de trabajo más silencioso para minimizar la exposición a los desencadenantes.

También podrías pedir trabajar desde casa a tiempo parcial, o emplear un horario flexible para poder responder a las fluctuaciones de tu sobrecarga sensorial.

Si las reuniones o el hecho de compartir espacio de oficina con compañeros te plantean problemas, puedes acercarte a los compañeros individuales que hacen ruidos que te desencadenan. Si te diriges a ellos en privado y mantienes la calma y la diplomacia, lo más probable es que se trate simplemente de una cuestión de conciencia y estarán encantados de adaptarse.

Explícales qué causa la misofonía y a qué ruidos reaccionas en concreto, si crees que hay una posibilidad razonable de que la conversación sea productiva.

Implementación de técnicas de reducción del estrés:

Si las cosas se ponen duras en el trabajo y te resulta difícil lidiar con los ruidos desencadenantes, existen muchas y discretas técnicas de reducción del estrés que puedes utilizar en el trabajo para controlar los desencadenantes de la misofonía sin llamar la atención:

  • Puedes hacer ejercicios de respiración profunda en silencio en tu escritorio para favorecer la relajación y aliviar la tensión.
  • La atención plena -centrarse en el momento presente- puede ayudarte a mantener la calma y la concentración cuando te enfrentes a sonidos desencadenantes
  • Escuchar música tranquilizadora para crear un entorno relajante y reducir el número de sonidos potencialmente desencadenantes que puedes oír.

Más allá del lugar de trabajo, incorporar una actividad física regular y técnicas de gestión del estrés puede mejorar significativamente tu bienestar general. Encontrar una actividad que te guste, ya sea yoga, correr o ir al gimnasio, es la mejor forma de asegurarte de que incorporas regularmente el movimiento a tu vida. Y eso puede reducir significativamente los niveles de estrés y mejorar tu resistencia a los desencadenantes.

Además, las técnicas de relajación, como la relajación muscular progresiva o la meditación guiada fuera del trabajo, pueden ayudarte a mejorar tus habilidades de afrontamiento, a gestionar mejor el estrés y a reducir el impacto de los ruidos desencadenantes.

Gestión del tiempo y descansos:

Es importante que todo el mundo haga pausas durante la jornada laboral, y las personas con misofonía no son diferentes. Hacer pausas regulares en zonas tranquilas te da la oportunidad de relajarte y recargarte. Ya sea un breve paseo al aire libre, practicar ejercicios de respiración profunda o escuchar música relajante, incorporar pausas regulares a tu jornada laboral puede ayudarte a mejorar tu concentración y tu resistencia a los ruidos desencadenantes.

Si das prioridad a la gestión del tiempo y tomas medidas proactivas para controlar el estrés, puedes crear un entorno de trabajo más cómodo y productivo, incluso cuando estés expuesto a ruidos que desencadenen tu misofonía.

Uso de tapones para los oídos con reducción de ruido para aliviar el ruido en el lugar de trabajo

Una de las formas más eficaces de tratar la misofonía en el trabajo es reducir los estímulos en tu zona de trabajo. Esto puede significar utilizar recintos o paneles de absorción acústica para bloquear el ruido, o utilizar un despacho privado.

O quizá tu jefe te permita utilizar máquinas de ruido blanco o de sonido ambiental para ayudarte a concentrarte. También puedes pedir escuchar música relajante, como una lista de reproducción de ruido blanco, o utilizar auriculares con cancelación de ruido.

Si quieres adoptar un enfoque más discreto tapones para la misofonía ofrecen una forma más sutil de filtrar el ruido sin bloquearlo por completo ni crear distancia. No se recomienda que las personas con misofonía lleven tapones constantemente, ya que pueden empeorar la afección a largo plazo. Pero son una herramienta excelente para ayudarte a crear tolerancia a los sonidos desencadenantes.

Llevar tapones como Loop Engage te ayuda a reducir el riesgo de que te molesten los sonidos desencadenantes, y te da la seguridad de que mantendrás la calma y el control en el trabajo.

Reflexiones finales:

Gestionar la misofonía en el lugar de trabajo puede ser un reto, pero es posible. Sólo necesitas un poco de comunicación con tus jefes y compañeros, y centrarte en el autocuidado.

Puedes beneficiarte de discretas técnicas de reducción del estrés para minimizar la exposición a los desencadenantes y reducir los niveles de estrés, y la comunicación abierta con compañeros y supervisores ayuda a mejorar la comprensión. Defender tus necesidades contribuirá a garantizar que puedas afrontar mejor la misofonía en el trabajo, creando un entorno laboral más propicio.

Si das prioridad al autocuidado y buscas apoyo, podrás superar los retos del lugar de trabajo con mayor eficacia, preservando al mismo tiempo tu bienestar mental y emocional.

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