- La contaminación acústica es un nivel de ruido perjudicial o molesto - que puede ser una medida subjetiva
- En EE.UU., los niveles de ruido aceptables durante el día son de 75 dB como máximo, y de 70 dB por la noche
- La contaminación acústica puede afectar a la salud física y mental, desde posibles daños auditivos hasta estrés y ansiedad.
"La contaminación acústica" se está convirtiendo en una palabra que oímos o vemos todos los días. Pero, ¿sabe realmente qué es la contaminación acústica y qué se considera ruido cotidiano normal que puede ser demasiado alto para tolerarlo cómodamente?
Ser conscientes de qué es la contaminación acústica, de dónde procede y hasta qué punto es perjudicial para el ser humano puede ayudarnos a minimizar la cantidad de contaminación acústica que producimos y a la que estamos expuestos. Echemos un vistazo a todo lo que necesitas saber, incluyendo cómo prevenir la contaminación acústica.
¿Qué es la contaminación acústica?
La contaminación acústica es un nivel de ruido perjudicial o molesto. Esto a veces puede parecer un poco ambiguo, ya que su definición es bastante subjetiva: lo que puede ser molesto para una persona, podría tener un impacto nulo en otra.
Para tener una idea más clara de lo que se considera contaminación acústica, puede ser útil utilizar los niveles de decibelios para asignar al ruido un número que pueda medirse y compararse.
En general, en EE.UU. se considera que el ruido está dentro de los límites si no supera los 75 dB de día y los 70 dB de noche. Para que se haga una idea de cómo suena eso en realidad:
- Una conversación normal tiene aproximadamente 65 dB
- Una lavadora, 70 dB
- El tráfico urbano intenso suele rondar los 85 dB
- Un restaurante ruidoso puede alcanzar los 88 dB
- Las herramientas eléctricas rondan los 90 dB.
Por lo tanto, los niveles de ruido aceptables pueden ser más bajos de lo que crees, y puede ser más común de lo que piensas, con alrededor de 30 millones de personas en los EE.UU. expuestas a niveles peligrosos de ruido todos los días.
Las consecuencias de la contaminación acústica pueden ser muy graves. La exposición prolongada a ruidos fuertes puede provocar pérdida o daños auditivos, e incluso afecciones como el tinnitus (pitidos en los oídos). También puede afectar al sueño, si la contaminación acústica es nocturna, y provocar estrés y ansiedad, con el consiguiente deterioro de la salud mental.
Las personas mayores suelen tener un mayor riesgo de desarrollar daños auditivos, debido a la cantidad de tiempo que ya han estado expuestas a la contaminación acústica durante su vida. También puede tener un gran impacto en los jóvenes: vivir con o cerca de ruidos fuertes y persistentes puede tener un efecto perjudicial en el desarrollo cerebral de los niños, debido a las hormonas del estrés que produce la contaminación acústica. Y, lo que es más sorprendente, unos niveles elevados de contaminación acústica pueden impedir que un bebé aprenda su lengua materna, ya que tiene dificultades para diferenciar el lenguaje de los ruidos que le rodean.
Las distintas fuentes de contaminación acústica:
La contaminación acústica suele ser la amalgama de los ruidos generales que oímos en la vida cotidiana, que a veces pueden ser más fuertes unos días que otros. También puede ser generada por sonidos específicos más fuertes, como la música alta en los hogares, que no necesariamente anticiparíamos escuchar. Las fuentes de contaminación acústica suelen ser el uso de maquinaria, pero la naturaleza también puede generar ruidos molestos.
Los tipos de contaminación acústica más fuertes en el Reino Unido son:
- Ruido del tráfico
El claxon de un coche puede generar un nivel de ruido de 90 decibelios (dB), por lo que el tráfico es uno de los principales responsables de la contaminación acústica, sobre todo en las grandes ciudades.
- Ruido del tráfico aéreo
Incluso en un apacible día de verano, es probable que todos hayamos oído sobrevolar aviones e incluso hayamos presenciado algunos de los aviones militares más ruidosos que pueden estar cerca. Un avión de pasajeros puede generar unos 130 dB de ruido en función de la altura y la velocidad a la que vuele.
- Obras de construcción
No es de extrañar que un lugar en el que se utiliza maquinaria pesada ocupe un lugar destacado en la lista de las principales fuentes de contaminación acústica. Una obra de construcción es responsable de un nivel medio de ruido de 110 dB, lo que la convierte en un contribuyente obvio a los niveles de ruido diarios.
- Vida nocturna
Cuando los pubs y discotecas cierran por la noche, puede resultar bastante ruidoso para cualquiera que viva cerca y, a menudo, puede perturbar el sueño si las discotecas cierran cuando la gente suele estar durmiendo. El nivel medio de decibelios ronda los 110 dB a la hora de cierre, cuando la gente sale a la calle.
- Animales
Puede sorprender que los animales hayan entrado en la lista de contaminantes acústicos, y puede deberse a que muchas personas no son conscientes de que están expuestas a ruidos repetidos de animales, ya que el cerebro casi puede ignorar los ruidos repetidos de decibelios más bajos, como el ladrido de un perro o el canto de los pájaros. Sin embargo, el ladrido de un perro puede alcanzar niveles de hasta 80 dB, y a menudo ésta puede ser la razón por la que nos agitamos si el ladrido del perro se vuelve fuerte e intolerable.
La exposición prolongada a ruidos fuertes puede causar lesiones auditivas, y cuanto más fuerte es un sonido, menos tiempo tarda en causarlas. Por lo general, se puede estar expuesto de forma segura a niveles de ruido de 85 dB durante 8 horas sin protección auditiva antes de correr el riesgo de sufrir daños auditivos, pero en cuanto los niveles de sonido empiezan a aumentar, el tiempo de exposición segura al ruido disminuye, como se explica en la tabla siguiente (y con más detalle en nuestro blog sobre decibelios):
85 decibelios |
Posibles daños tras más de 8 horas de exposición sin protección auditiva |
91 decibelios |
Posibles daños tras 2 horas sin protección auditiva |
100 decibelios |
Posibles daños tras 15 minutos sin protección auditiva |
120 decibelios |
Puede causar daños inmediatos sin protección auditiva |
Comprender el impacto en la audición:
Como puede ver, la exposición prolongada a ruidos fuertes en forma de contaminación acústica puede repercutir en su salud auditiva. Pero además del riesgo de pérdida de audición inducida por el ruido y el tinnitus, también hay otros aspectos de su salud y bienestar que pueden verse afectados por la contaminación acústica, incluyendo:
- Físico
Desde la agitación ante ruidos fuertes o frecuentes hasta la hipertensión y los dolores de cabeza, es importante que seamos conscientes de que la contaminación acústica puede causar problemas físicos al cuerpo humano. Incluso se han dado casos de infartos en personas que se han agitado o estresado gravemente a causa del ruido.
- Psicológico
La contaminación acústica puede tener un impacto negativo tanto en los animales como en los seres humanos, provocándoles estrés, ansiedad, depresión e incluso histeria si están sometidos a ruidos ofensivos durante demasiado tiempo.
- Trastornos del sueño y del comportamiento
Cualquier ruido superior a 45 dB puede impedirnos conciliar el sueño o tener un sueño de calidad. Por eso algunas personas no pueden conciliar el sueño si duermen en la misma habitación que alguien que ronca fuerte.
- Memoria y concentración
La contaminación acústica puede afectar negativamente a la memoria y la concentración de dos maneras:
- Si una persona no ha podido dormir plácidamente durante la noche, sus niveles de memoria y concentración se verán afectados por el cansancio.
- Si se percibe un ruido fuerte o molesto repetitivo cuando se estudia o se intenta concentrarse en una tarea, puede afectar negativamente a la capacidad de una persona para concentrarse en la tarea que está realizando.
Entonces, si la contaminación acústica puede afectarnos mental y físicamente, ¿qué podemos hacer al respecto?
Consejos para prevenir la contaminación acústica:
Aunque sea imposible evitar por completo la contaminación acústica, hay muchas formas de ser más conscientes del ruido que producimos y de combatirlo. También hay muchas cosas que puedes hacer para reducir tu exposición a la contaminación acústica.
Medidas para prevenir la contaminación acústica
Para ayudar a evitar que el ruido sea lo suficientemente alto como para causar molestias puede:
- Realizar las tareas domésticas durante las horas de mayor actividad
Para evitar ser la fuente de contaminación acústica para los demás, puede ser una buena idea realizar las tareas domésticas a una hora en la que la mayoría de la gente esté despierta y realizando sus propias tareas, para que más tarde en el día ambas partes no se vean perturbadas por el sonido de una aspiradora o una lavadora. Lo mismo ocurre con la música.
- Ten a mano las llaves del coche
Si tienes coche y vives en un barrio especialmente tranquilo, puede ser sensato tener las llaves a mano para esas noches en las que la alarma del coche decide saltar inesperadamente.
Desde fuertes vientos y lluvias hasta un molesto gato que salta al techo, puede haber muchos desencadenantes que activen la alarma del coche, y puede suponer un nivel increíble de contaminación acústica que puede afectar a otras personas si se permite que siga sonando la alarma durante gran parte de la noche.
- Aísle su casa
No sólo debe aislar su casa para mantener el calor, sino que también es una gran idea añadir aislamiento acústico a su propiedad, especialmente si tiene hijos o una afición ruidosa, como tocar un instrumento musical.
Lo bueno del aislamiento acústico es que reduce en gran medida la contaminación acústica que sale de su vivienda al vecindario, pero también proporciona una capa adicional de absorción para los ruidos externos que puedan molestarle desde el exterior.
Cómo reducir el impacto de la contaminación acústica
Para ayudarle a hacer frente a los ruidos fuertes, como el tráfico, los ronquidos y los vecinos, puede:
- Usar taponesreducir el ruido: Usar tapones o Tapones puede ayudar a limitar el nivel de dB al que está expuesto, lo que puede ayudar a reducir los efectos que el ruido tiene sobre usted.
- Limite la exposición: Reduzca al mínimo el tiempo que pasa en entornos ruidosos, por ejemplo, eligiendo rutas más tranquilas para ir al trabajo.
- Cree espacios tranquilos: designe zonas tranquilas de su casa, por ejemplo, la habitación más alejada de la fuente de ruido.
- Practique técnicas de relajación: incorporar técnicas como la atención plena y la respiración profunda a su día a día puede ayudarle a reducir el estrés causado por la contaminación acústica.
- Mantén hábitos saludables: Dar prioridad a actividades que mejoren tu bienestar general, como hacer ejercicio con regularidad, dormir lo suficiente y seguir una dieta equilibrada, te ayudará a reducir el estrés y a minimizar el impacto del ruido.
Fomentar la salud auditiva
Si se encuentra a menudo en entornos ruidosos, es importante cuidar su salud auditiva con revisiones y pruebas periódicas para detectar a tiempo cualquier posible problema. También es importante adoptar hábitos saludables para proteger los tapones, como bajar el volumen al escuchar música con auriculares o cascos, y utilizar protectores auditivos como los tapones antirruido cuando estés expuesto a ruidos fuertes.
Promoción y participación de la comunidad:
Los ayuntamientos o gobiernos locales deben ser conscientes del impacto de la contaminación acústica, por lo que deben tomar medidas para ayudar a reducirla, como la protección de determinadas zonas de la comunidad, como parques o lugares de interés natural, para garantizar que haya un lugar tranquilo al que la gente pueda acudir si necesita descansar los oídos tras sufrir una fuerte contaminación acústica en su vida cotidiana.
Las administraciones locales también deberían imponer restricciones acústicas durante ciertas horas del día a las industrias que generan mucha contaminación acústica, como aeropuertos, obras de construcción, estadios y discotecas, para garantizar que los habitantes de las zonas residenciales no se vean demasiado perturbados por los ruidos que generan estas actividades.
Merece la pena consultar el sitio web de la administración local para saber qué medidas se aplican en su barrio y cómo se compromete el Gobierno a controlarlas, de modo que sepa a quién dirigirse en caso de sufrir contaminación acústica que le cause molestias o tenga un impacto negativo en su vida cotidiana.