Conclusiones clave
- Estudiar es una habilidad: no podemos dar por sentado que los niños saben estudiar eficazmente sin ninguna experiencia previa.
- Algunos niños pueden tener dificultades para estudiar debido a distracciones, falta de interés por el estudio o diferencias en su forma de aprender.
- Hay muchas formas en que los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar buenos hábitos de estudio, como crear un espacio dedicado al estudio, eliminar las distracciones, establecer un horario de estudio y permitirles utilizar ayudas para el estudio, como tapones para los oídos, para mejorar su concentración.
A menudo se da por sentado que los niños saben estudiar. Y luego tanto los padres como los profesores se enfadan cuando no han hecho los deberes o no se han preparado para un examen.
Pero estudiar es una habilidad, como aprender un idioma o montar en bicicleta. ¿Cómo podemos esperar que los niños sepan cuál es la mejor manera de estudiar si nunca lo han hecho antes?
Así que, teniendo esto en cuenta, he aquí algunas estrategias prácticas y eficaces para ayudar a los niños a desarrollar buenos hábitos y a estudiar con inteligencia, así como algunas ideas sobre por qué a algunos niños les cuesta más estudiar que a otros.
¿Por qué algunos niños tienen dificultades para estudiar?
Como ya hemos dicho, estudiar puede ser un reto para algunos niños simplemente porque no se les ha orientado sobre técnicas de estudio eficaces. Los niños y adolescentes pueden tener dificultades para aprender y retener información sin las herramientas adecuadas. Eso no significa que no sean capaces de estudiar, ¡sólo necesitan algunos buenos consejos!
Sin embargo, el desconocimiento de las técnicas de estudio no es el único problema al que se enfrentan los niños. Otras razones por las que a los niños les puede resultar difícil estudiar son:
- Falta de interés: A la mayoría de los adultos no les gustan todos los aspectos de su trabajo, y a la mayoría de los niños tampoco les gustan todas las asignaturas. Si no les interesa, es probable que estén menos motivados para estudiar.
- Distracciones: YouTube, TikTok, Snapchat, Netflix... ¡las distracciones son infinitas! Es fácil procrastinar cuando hay infinitas opciones de entretenimiento a nuestro alcance.
- Carga de trabajo: Los chicos tienen mucho trabajo, con múltiples asignaturas que estudiar, deberes que hacer y pruebas y exámenes. Para muchos jóvenes, gestionar su carga de trabajo y priorizar las tareas puede resultar abrumador.
- Diferencias de aprendizaje: No todo el mundo aprende de la misma manera. Algunos chicos pueden tener dificultades para estudiar simplemente porque intentan hacerlo de una forma que no les conviene.
- Gestión del tiempo: Si intentan compaginar el estudio con las actividades extraescolares, los acontecimientos sociales y el tiempo con la familia, al final algo tiene que ceder, y la mayoría de las veces es el estudio lo primero que se pierde.
Consejos sobre cómo estudiar
Ahora que conoces algunas de las razones por las que tu hijo puede tener dificultades para estudiar con eficacia, te resultará más fácil ayudarle a encontrar su ritmo con estrategias que se adapten a sus necesidades individuales. Tu hijo no es el único al que le cuesta estudiar y, por suerte, hay muchas formas de ayudarle a prosperar en sus sesiones de estudio.
Tanto si buscas técnicas de estudio para alumnos de secundaria como de primaria, aquí tienes nuestros mejores consejos para estudiar.
1. Crea un espacio de estudio exclusivo
Los niños necesitan un espacio tranquilo y cómodo para estudiar que les ayude a concentrarse. Si tu hijo está en primaria, un espacio en la mesa de la cocina es una buena opción. De ese modo, puedes sentarte cerca para ayudarles si es necesario. Pero a medida que tu hijo crezca, quizá prefiera tener su propio espacio de estudio privado que pueda personalizar él mismo.
Sea cual sea el espacio que elijas, ya sea un rincón de su dormitorio, una zona designada en el salón o un rincón de estudio en la habitación de invitados, tener un espacio de estudio específico ayudará a tu hijo a ponerse en el estado de ánimo adecuado para aprender. Debe tener todo el material de estudio que necesite, así como una buena iluminación y asientos ergonómicos que le ayuden a estar cómodo mientras estudia.
2. Organizar los materiales de estudio
Tener un espacio dedicado al estudio no sirve de nada si está constantemente desordenado. Tener una zona de estudio limpia y organizada puede ayudar a los niños a concentrarse mejor.
¿Has oído alguna vez el dicho "escritorio limpio, mente despejada"? Puede que sea un tópico, pero hay algo de verdad en él. Cuando un espacio de estudio está despejado y ordenado, es más probable que los niños se centren en su aprendizaje, mientras que si un espacio está desordenado y desorganizado, puede hacer que se sientan estresados y ansiosos.
Si tu hijo está en la escuela primaria, podrías convertir el orden en un juego, utilizando un temporizador para ver si consigue desordenar su espacio antes de que suene, y fomentando rutinas regulares de limpieza, como ordenar después de terminar los deberes.
Para los niños mayores, podrías ayudarles a comprender cómo un entorno ordenado puede influir positivamente en su aprendizaje, y hablarles de las ventajas de tener un espacio organizado.
3. Elimina las distracciones
Teléfonos móviles, televisores, incluso hermanos ruidosos... A veces, cuando se trata de distracciones, lo mejor es no verlas y no pensar en ellas. Esto es cierto para todos los niños, pero es especialmente importante para los niños con TDAH.
Minimizando o eliminando las distracciones de su espacio de estudio, los niños pueden centrarse plenamente en sus estudios. Si necesitan utilizar el móvil como herramienta de aprendizaje o por motivos de salud, desactivar las notificaciones puede hacer que no tengan la tentación de empezar a desplazarse por la pantalla mientras hacen los deberes.
Por lo demás, dejar el móvil fuera de la zona de estudio y apagar la televisión puede ayudarles a mantener la concentración y a sumergirse en sus estudios.
4. Haz un horario de estudio
Ni tú ni tu hijo debéis esperar que el estudio suceda sin más. La vida se interpone, y hay cosas mucho más atractivas que hacer. A veces, la única forma de hacer los deberes es programarlos para el día.
Planificar el tiempo de estudio de tus hijos garantizará que lo hagan, y reducirá al mínimo el pánico de última hora cuando se olviden de una fecha límite.
La mayoría de los niños mayores no responden bien a que se les diga exactamente cuándo tienen que hacer los deberes, así que lo mejor es sentarse con ellos y elaborar juntos un horario de estudio que se ajuste a sus aficiones y compromisos familiares.
5. Tome descansos regulares
Nadie puede concentrarse durante horas. Una de las mejores formas de estudiar es dividirlo en trozos pequeños y manejables. Esto ayuda a mantener a los niños concentrados, ocupados y descansados.
Anímales a hacer pequeños descansos cada 30-45 minutos para estirarse, moverse o hacer algo relajante como escuchar sus canciones favoritas o jugar con el perro de compañía.
También puedes probar distintas técnicas de gestión del tiempo, como el Pomodoro. Consiste en trabajar durante 25 minutos seguidos, seguidos de un descanso de 5 minutos. Tu hijo puede utilizar esos 5 minutos para hacer lo que quiera, desde mirar TikTok hasta tomar un tentempié, siempre que vuelva al trabajo una vez transcurridos los 5 minutos de pausa.
Trabajar de este modo ayuda a los niños a mantener la concentración, a gestionar su tiempo y a dividir las grandes tareas en otras más pequeñas para que ninguna les resulte demasiado abrumadora.
6. Utilice ayudas de estudio
No todos los niños aprenden de la misma manera. Algunos pueden asimilar la información simplemente leyendo, mientras que otros necesitan aprender de un modo más visual.
Las ayudas visuales como las tarjetas, los diagramas y los mapas mentales pueden facilitar a algunos niños la comprensión y el recuerdo de la información. Algunos niños se beneficiarán de vídeos que expliquen la información de una forma diferente, mientras que otros asimilarán mejor la información mediante la repetición y el recuerdo.
Cada niño es diferente, así que trabajad juntos para averiguar qué método funciona mejor para tu hijo mediante ensayo y error.
Y las ayudas para el estudio van más allá de las fichas y los mapas mentales. Los tapones para los oídos pueden ser útiles para minimizar las distracciones y crear un entorno de estudio más centrado. Cuando se reduce el zumbido del ambiente que les rodea, los niños podrán concentrarse mejor en la tarea que tienen entre manos.
7. Busque ayuda cuando la necesite
Si tu hijo tiene dificultades con una asignatura o tema concreto, anímale a pedir ayuda, ya sea a ti o a su profesor.
Recuérdale que no tiene por qué avergonzarse de pedir ayuda. Todo el mundo necesita un poco de ayuda a veces. Puede que su profesor tenga el consejo adecuado para mejorar las estrategias de estudio de tus hijos.
Consejos de estudio útiles para ahora y para el futuro
Sea cual sea el motivo por el que a tu hijo le cuesta estudiar, estos consejos le ayudarán a crear hábitos de estudio más eficaces que le ayudarán a mantenerse centrado y a prosperar en la escuela. No hay una única forma de estudiar. Más bien, tú, tu hijo y su profesor debéis trabajar juntos para averiguar qué es lo que mejor se adapta a sus necesidades individuales y a su estilo de aprendizaje.
Establecer buenos hábitos de estudio ahora les preparará para el éxito a lo largo de su trayectoria escolar "y para el resto de sus vidas".
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