Conclusiones clave
- Volar con niños puede ser estresante, pero hay muchas cosas que puedes hacer para que el vuelo sea más fácil y cómodo.
- Reserva vuelos que coincidan con las horas de siesta de tus hijos, y elige una compañía aérea adaptada a los niños para que el viaje sea más tranquilo.
- A la hora de desplazarte por el aeropuerto, tómate tu tiempo y explica a tus hijos con antelación los procedimientos de seguridad.
- Haz la maleta con prudencia, poniendo todo lo esencial en el equipaje de mano. Eso incluye muchos tentempiés y juegos, juguetes y libros para mantener entretenidos a tus pequeños.
- Chupar o masticar puede ayudar a aliviar la dolorosa presión del despegue y el aterrizaje, al igual que llevar tapones para los oídos.
- Pase lo que pase, intenta no estresarte demasiado. ¡Tú puedes!
Tanto si son tus primeras vacaciones en familia como si has surcado los cielos varias veces, volar con niños siempre tiene sus retos. Desde oídos doloridos hasta bebés llorones, puede ser un momento estresante tanto para ti como para tus pequeños.
Pero, por suerte, hay formas de hacerlo más fácil. Tanto si haces un vuelo corto como uno largo, nuestros consejos para volar con niños deberían ayudar a que sea una experiencia más fácil y agradable para todos.
Preparación previa al vuelo
Una planificación adecuada es la salsa secreta para volar sin estrés. No se trata de presentarse en el aeropuerto y esperar que todo salga bien. No, para tener más posibilidades de éxito al volar con niños, debes planificarlo con antelación y reservar los vuelos estratégicamente.
Vuela directo si puedes
Todo depende de adónde y desde dónde vueles. Puede que los vuelos directos no sean una opción para ti. Pero si lo son, ¡aprovecha la oportunidad! Este es uno de nuestros principales consejos para viajar con bebés, ya que cuanto menos complicaciones tengas, mejor.
Los vuelos directos suelen ser más caros, pero reducen el estrés por los retrasos y las conexiones. Intentar organizar nuevos vuelos con los peques a cuestas es un estrés del que podrías prescindir.
Elige sabiamente los horarios de tus vuelos
De nuevo, no siempre puedes elegir. Pero si puedes permitirte el lujo de elegir entre varias horas de vuelo, opta por una que coincida con la hora de la siesta de tus hijos.
Les resultará mucho más fácil dormirse y permanecer dormidos. Y cuanto más tiempo duerma tu hijo durante el vuelo, mejor será la experiencia para todos.
Reserva tus asientos con antelación
Dependiendo de la compañía aérea, es posible que os asignen automáticamente asientos juntos, o que tengáis que pagar más para reservar asientos "o correr el riesgo de que os asignen al azar asientos en extremos opuestos del avión.
Lo mejor es que os sentéis juntos en familia, por lo que siempre es buena idea reservar los asientos con antelación. De lo contrario, dependerás de la amabilidad de los desconocidos para intercambiar asientos contigo. Puede que tengas que pagar un poco más, pero merecerá la pena.
Los asientos de mamparo suelen ser una buena opción para las familias. Están en la parte delantera del avión y suelen ofrecer un poco más de espacio para las piernas que otras filas, lo que significa que todos podéis estiraros más. Tampoco hay asientos delante de ti, por lo que no tienes que preocuparte de que los niños molesten a los pasajeros de delante.
Sin embargo, merece la pena comprobar las normas de tu compañía aérea, ya que algunas no permiten guardar el equipaje de mano a los pies en los asientos del mamparo. Eso significa que tendrías que poner todas las maletas en el compartimento superior, lo que no es muy cómodo cuando alguien quiere un tentempié cada diez minutos.
Los asientos cerca de los aseos también pueden ser una buena idea, para evitar cualquier carrera de emergencia por el pasillo en mitad del vuelo.
Elija aerolíneas que admitan niños
Algunas compañías aéreas son mejores que otras cuando se trata de volar con niños. Por desgracia, las mejores son (como era de esperar) las más caras. Una investigación del minorista online Juega como mamá examinó las principales compañías aéreas del mundo y las clasificó según los siguientes factores:
- Reserva de asiento gratuita
- Equipaje facturado gratuito
- Preembarque para familias
- Sin tasas de vuelta
- Comidas para niños
- Entretenimiento infantil gratuito
- Moisés o capazo a bordo
- Llevar un cochecito gratis
De las veinte compañías aéreas encuestadas, British Airways y Emirates se situaron en cabeza, mientras que las compañías de bajo coste no ofrecían tantos servicios adaptados a los niños.
Merece la pena pensar en lo que es más importante para ti cuando vuelas con niños, ya sea el coste o la comodidad de los extras añadidos. Luego, una vez que tengas una lista, reserva con una compañía aérea que satisfaga tus necesidades.
Empaque sabiamente
Tómate tu tiempo a la hora de empacar, para asegurarte de tener todas las cosas correctas en las bolsas correctas.
Artículos esenciales para empacar
Es de esperar que ya tengas tu equipaje facturado con suficiente ropa, calzado y artículos de aseo para tus viajes. Pero no te olvides del equipaje de mano, ya que en él irán todos los artículos esenciales para el vuelo.
Hay algunas cosas que querrás meter en tu mochila o maleta de mano para el vuelo, como por ejemplo
1. Juegos y actividades
Desde lápices de colores y libros para colorear hasta una tableta cargada de películas, elige los favoritos de eficacia probada, así como un par de artículos sorpresa que probablemente mantendrán entretenidos a tus pequeños (al menos durante un rato). Los peluches, los juegos de cartas y los libros de pegatinas son firmes favoritos que no ocupan demasiado espacio.
2. Ropa
Los aviones nunca tienen la temperatura adecuada, así que lleva muchas capas de ropa para tus hijos. También es buena idea llevar un cambio de ropa, especialmente si viajas con bebés: ¡nunca se sabe cuándo puede ocurrir un accidente!
3. Snacks
¡Olvídate de llevar tentempiés por tu cuenta y riesgo! Un suministro constante de los tentempiés favoritos de tus hijos les mantendrá contentos. Además, masticar y chupar puede ayudar a aliviar el dolor de oídos al despegar y aterrizar, así que asegúrate de llevar caramelos de goma, chicles, caramelos hervidos o piruletas.
4. Mantas
Si tu pequeño tiene una manta favorita que le gusta para la hora de la siesta, ¡llévala a bordo! Cualquier cosa que ayude a que un entorno extraño le resulte más familiar es una ventaja.
5. Medicamentos recetados
Esto se explica por sí solo, pero asegúrese de colocar cualquier medicamento en su equipaje de mano en lugar de en el equipaje facturado en caso de que su equipaje se pierda.
6. Elementos esenciales para el bebé
Si tu hijo lleva pañales, tendrás que meter en la maleta todo el equipo para cambiarlo, incluidos los pañales, el cambiador y las toallitas. Lleva siempre más pañales de los que creas que vas a necesitar, por si acaso. Y también tendrás que llevar a bordo otros artículos básicos para bebés y niños pequeños, como comida y leche maternizada.
7. Toallitas antibacterianas
Desde manos pegajosas hasta bandejas sucias, las toallitas antibacterianas tienen múltiples usos y no ocupan mucho espacio en tu bolso.
8. Tapones para los oídos
En los aviones pasan muchas cosas, y si tu hijo experimenta una sobrecarga sensorial, puede que le resulte abrumador.
Planifica con antelación y mete en la maleta unos tapones para los oídos que les ayuden a bloquear parte del ajetreo que se produce a su alrededor. También pueden ser útiles para aliviar la presión que sentirán en los oídos al despegar y aterrizar.
9. Botella de agua
Es importante mantenerse hidratado, y más aún en un vuelo. No olvides llevar botellas de agua reutilizables para llenarlas después de pasar por el control de seguridad. Te ahorrarás una fortuna, ya que no tendrás que comprar botellas de agua de plástico en las carísimas tiendas del aeropuerto.
Empaque de manera eficiente
Son muchas cosas que meter en la maleta, así que tendrás que ser inteligente.
Haz dos listas: una para las cosas que debes meter en el equipaje facturado y otra para el equipaje de mano, y asegúrate de ir marcando los artículos a medida que los metes en las maletas.
Si tienes hijos mayores, puedes dejar que asuman la responsabilidad de llevar su propia maleta, e incluso pueden ayudarte a hacer la maleta. Por ejemplo, si les dejas elegir los juguetes que se llevan, se entusiasmarán con el vuelo, y les encantará ayudar.
Si viajas con un bebé o un niño pequeño, tendrás que meter sus cosas en el equipaje de mano, así que es importante que te organices. Los documentos importantes pueden ir en una cartera de plástico para mantenerlo todo junto, y puedes comprar cubos de equipaje para mantener todo lo demás organizado. Intenta poner toda la ropa en una sección, los tentempiés en otra y así sucesivamente, para que te resulte fácil encontrar lo que necesites.
Haga que pasar por el aeropuerto sea muy fácil
A veces, la parte más estresante de volar con niños no es estar en el avión, sino moverse por el aeropuerto.
1. Llegar temprano al aeropuerto
Si viajas solo, puede que llegues al aeropuerto con poco tiempo de sobra y pases rápidamente por los controles de seguridad. Pero las cosas tardan mucho más cuando llevas niños a cuestas.
Así que lo mejor es llegar al aeropuerto con tiempo de sobra, para poder facturar el equipaje, pasar el control de seguridad y hacer varias pausas para ir al baño sin estrés.
2. Prepárese para el control de seguridad
Averigua de antemano qué ocurrirá durante el control de seguridad del aeropuerto, para estar preparado. Tendrás que sacar tus líquidos, así que guárdalos todos en la parte superior de tu equipaje de mano en una bolsa de plástico transparente para que no tengas que rebuscar en tu maleta para encontrarlos. Puedes llevar suficiente comida para bebés, leche maternizada y leche para el viaje (comprueba los límites de tu país antes de viajar), pero también tendrás que sacarlos de la maleta, así que, de nuevo, asegúrate de que no estén en el fondo de la maleta.
Suele haber carriles familiares en el control de seguridad del aeropuerto, lo que significa que hay más espacio para cochecitos y sillas de paseo. Tendrás que sacarlo todo del cochecito para que los agentes de seguridad puedan comprobarlo. Luego, tendrás que llevar a tu pequeño a través del detector de metales o, si es capaz, puede pasar solo.
Todo esto puede ser un poco complicado si viajas sola con niños, y aquí es donde resulta útil disponer de tiempo suficiente. Que no cunda el pánico, tómate tu tiempo y respira hondo: ¡puedes hacerlo!
3. Prepare a sus hijos con antelación
Si tienes niños pequeños o mayores, explícales con antelación lo que ocurre en el aeropuerto, para que sepan qué esperar al pasar por el control de seguridad. Cualquier juguete o manta tendrá que ir en la bandeja para ser escaneado, así que es mejor informarles de esto con antelación, en lugar de arriesgarse a una rabieta en la cola cuando les quiten su manta favorita.
4. Aprovecha el embarque anticipado
Por lo general, las familias son las primeras en ser convocadas para abordar el avión y vale la pena aprovechar esta oportunidad, ya que significa que pueden colocar sus maletas en los compartimentos superiores y acomodarse en sus asientos antes de que otros pasajeros suban al avión.
Viajar en avión con niños: consejos para un vuelo sin contratiempos
Una vez en el avión, el objetivo del juego es mantener a tus hijos cómodos y entretenidos durante el vuelo, por largo que sea.
Aquí es donde entra en juego tu bolsa llena de tentempiés y entretenimiento. Con suerte, habrás metido en la maleta lo suficiente para mantenerlos ocupados durante todo el vuelo. Los teléfonos inteligentes y las tabletas son una forma estupenda de mantener ocupados a tus hijos, ya que puedes descargar películas y sus programas de TV favoritos para verlos sin conexión, por no mencionar la enorme cantidad de juegos a los que pueden jugar.
Sin embargo, es fácil fatigarse con demasiado tiempo de pantalla, así que asegúrate de que también tienes otras fuentes de entretenimiento, como libros de pegatinas, peluches, juegos de cartas o los viejos libros.
No olvides llevarte también un libro o una película para ver. Tus hijos se dormirán en algún momento (¡ojalá!), y tú tendrás la oportunidad de pasar un rato tranquilo. Duerme un poco o disfruta de la paz y la tranquilidad con un buen libro mientras puedas.
Por último, recuerda prepararte para el dolor de oídos. La presión al despegar y aterrizar afecta a cada persona de forma diferente, pero si tus pequeños no han volado nunca, es mejor estar preparado para lo peor.
Si viajas con un bebé, un biberón de leche o darle el pecho durante el despegue y el aterrizaje puede ayudar a aliviar la presión, gracias al movimiento de succión. Para los niños mayores, chupar un caramelo hervido, picar un bocadillo o mascar chicle puede ayudar.
1. Rabietas
Rabietas y niños. Van de la mano, y siempre parecen surgir en los peores momentos. Así que, si tus pequeños tienen una crisis durante el vuelo, no te preocupes. No serás el primer padre al que le pasa.
En primer lugar, no te estreses. Los auxiliares de vuelo lo han visto todo antes, y están aquí para ayudar. Así que deja que te ayuden, porque a veces todos necesitamos un par de manos más cuando se trata de niños. Y no te preocupes por las malas miradas de los demás pasajeros. Céntrate en tu hijo y en sus necesidades. Siempre puedes disculparte con los demás pasajeros más tarde, si crees que es necesario.
En segundo lugar, comunícate abiertamente con tus hijos para intentar comprender sus necesidades. Recuerda que todo esto es nuevo para ellos y que pueden estar asustados, ansiosos o alterados. Hacerles saber lo que está ocurriendo y lo que va a ocurrir puede ayudarles a aliviar su ansiedad.
Con suerte, tendrás una bolsa llena de tentempiés y juguetes para distraerles. Y si sus juguetes habituales no funcionan, puede ser una buena idea tener un juguete nuevo sorpresa para desviar su atención de lo que esté causando la rabieta.
2. Mareo por movimiento
La cinetosis puede ser más frecuente en niños de 2 a 12 años que en adultos. Si tu hijo se marea en el coche o en el tren, es posible que también se maree durante el vuelo.
Elegir asientos sobre las alas puede ayudar a aliviar el mareo, ya que allí sentirá menos los efectos de las turbulencias. También puedes hablar con tu médico sobre la medicación para el mareo si prevés que puede ser un problema.
3. Comportamiento inquieto
Es totalmente normal que los niños se sientan inquietos mientras vuelan, sobre todo en los vuelos de larga distancia. Puede ser aburrido para un adulto, ¿por qué iba a serlo para los niños?
El truco está en mantenerlos ocupados con actividades interactivas. Lleva libros para colorear, puzzles y juegos para mantenerlos ocupados. Si tu vuelo es diurno, anímales a dar pequeños paseos por el pasillo. Quemar algo de energía puede ayudarles a sentirse más tranquilos, e incluso puede que se duerman un rato.
Cómo viajar en avión con niños, todo resuelto
Con una planificación adecuada y una mentalidad positiva, volar con niños no tiene por qué ser una pesadilla. Claro que pueden surgir problemas, pero mantener la actitud adecuada y buscar apoyo cuando sea necesario mejorará la experiencia, tanto para ti como para tus hijos.
No hay por qué estresarse por volar con niños. Con una bolsa llena de tentempiés y juegos, un poco de preparación para que tu experiencia en el aeropuerto sea más suave y un PMA, volar con niños puede ser incluso una experiencia gratificante.
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