Conclusiones clave:
- Es frecuente que los padres experimenten una sobrecarga sensorial auditiva, cuando una persona está sobreestimulada por la exposición al ruido en su entorno.
- Tal vez no puedas evitar el ruido como padre, pero hay cosas que puedes hacer para ayudar a controlar tus respuestas emocionales ante él.
- Algunas técnicas para gestionar la sobrecarga auditiva son crear rutinas diarias, programar momentos de tranquilidad y llevar tapones para filtrar el ruido.
¿Eres padre, sufres una sobrecarga sensorial auditiva y buscas la calma? ¿O eres sensible al ruido, quizá aún más ahora que hay todo un mundo nuevo de ruido infantil en tu vida?
Aunque quieras estar plenamente presente para tus hijos, esos pequeños bribones pueden ser muy ruidosos a veces. La sobrecarga sensorial auditiva en los adultos es más frecuente de lo que crees, y puede provocar ansiedad e irritabilidad. Inevitablemente, eso puede significar que no estás tan tranquilo como te gustaría, lo que dificulta aún más la crianza. Como si no fuera suficientemente difícil. Puede convertirse en un círculo vicioso.
Pero hay algunas cosas que puedes hacer para ahogar el ruido adicional y controlar el estrés sin perderte nada, convirtiéndote en un padre más tranquilo y feliz.
Comprender la sobrecarga auditiva
Que los padres quieran a sus hijos con todo su corazón no significa que les guste todo lo que conlleva ser padres. Hay tres tipos principales de sobrecarga sensorial para los padres: auditiva, visual y táctil.
La sobrecarga visual se produce cuando las personas tienen dificultades para procesar la información visual. La sobrecarga táctil ocurre cuando alguien se siente sobreestimulado por demasiado tacto.
¿Y la sobrecarga auditiva? Es cuando los sentidos se sobrecargan con ruidos. Las personas sensibles al ruido pueden sobreestimularse fácilmente con sonidos fuertes o al oír varios sonidos a la vez.
Para los padres esto puede ser un verdadero reto. Aunque aceptes el ruido como parte del paquete, puede resultar difícil y agotador soportarlo todos los días. Puede afectar a tu estado de ánimo, provocando ansiedad e irritabilidad y haciendo difícil mantener la calma. Los ruidos fuertes también pueden minar tu energía, dejándote con menos para dar a los demás - y puede que te resulte difícil dormir, lo que puede empeorar aún más tu respuesta a los ruidos fuertes.
Síntomas de sobrecarga sensorial en los padres
¿Crees que puedes estar sufriendo una sobrecarga auditiva? Los síntomas varían de una persona a otra, pero hay algunas señales de advertencia comunes que apuntan a la sensibilidad al ruido. Algunos síntomas de sobrecarga sensorial auditiva son
- Irritabilidad: Si te irritas o agitas fácilmente con sonidos que los demás no o que antes no te resultaban agobiantes, puede que seas sensible al ruido.
- Cansancio: La sobrecarga auditiva puede ser abrumadora. Si estás continuamente expuesto a ruidos desencadenantes e intentas controlar tus reacciones emocionales al mismo tiempo que haces todo lo que puedes como padre, es posible que te sientas muy cansado, ¡incluso más de lo normal para los padres!
- Dificultad de concentración: Si estás sobreestimulado por el ruido, puede resultarte difícil concentrarte en tareas o conversaciones concretas, ya sea con tus hijos o con otros adultos.
- Ansiedad o estrés: ¿Siempre te sientes al límite? ¿Siempre tienes la sensación de que va a ocurrir algo terrible? ¿Sientes que no puedes relajarte? No es de extrañar. La sensibilidad auditiva puede desencadenar nuestras respuestas al estrés.
- Dolores de cabeza: Algunas personas sufren dolores de cabeza o migrañas si se exponen a mucho ruido.
Cómo lidiar con la sobrecarga sensorial como padre
¿Reconoces estos síntomas? No te preocupes, no estás solo y es completamente normal sentirse así. Ser sensible al ruido no tiene nada de malo: el truco está en gestionarlo lo mejor que puedas. Aquí tienes algunos consejos y trucos para gestionar mejor la sobrecarga auditiva como padre.
1. Introducir un tiempo de tranquilidad
Conseguir un poco de paz y tranquilidad cuando tienes hijos parece imposible, ¿verdad? No tiene por qué serlo. Si puedes, crea una zona específica en tu casa donde puedas relajarte y recargar pilas, aunque sea durante cinco minutos.
Serás mejor padre cuando estés a pleno rendimiento, así que si puedes programar regularmente un tiempo a solas para ti, será bueno tanto para ti como para tu familia. Ya sea para dar un paseo, darte un masaje o sentarte a leer un libro, te ayudará a calmar tus sentidos y a ser mejor madre. Es más fácil hacerlo, por supuesto, si tus hijos están en el colegio. Pero si tienes bebés o niños pequeños, considera la posibilidad de pedir a tus amigos y familiares un poco de ayuda de vez en cuando. Quieren ayudarte a ser tu mejor yo, te lo prometemos.
Si no tienes el espacio o la oportunidad de escaparte sola, piensa en otras formas de introducir el tiempo Quiet en tu hogar. ¿Puedes programar activamente un tiempo dedicado a actividades tranquilas, como leer o pintar, para toda la familia?
2. Crea una rutina
A veces, son las cosas inesperadas las que pueden llevarnos al límite. Si puedes crear una rutina estructurada o semiestructurada para ti y tus hijos, puede ayudar a minimizar los estímulos auditivos inesperados, ayudándote a sentir que tienes más control.
3. Priorizar el sueño
Lo sabemos, lo sabemos. Esto puede ser lo más difícil de hacer como padre. Pero es muy importante. Todo nos parece mucho peor cuando estamos cansados, y los desencadenantes auditivos pueden ser más difíciles de manejar.
Intenta mejorar tu higiene del sueño Sé lo más constante posible con las horas de acostarte y levantarte, y evita las pantallas antes de acostarte.
4. Explora técnicas de relajación
No nos referimos a sentarse y meditar durante una hora cada mañana. ¿Qué padre tiene tiempo para eso? Pero hay muchas técnicas de relajación que puedes utilizar, incluso cuando estás fuera de casa, para ayudar a calmar tu mente, reducir el estrés y mejorar tu capacidad para hacer frente a la sobrecarga auditiva.
La respiración profunda aumenta el suministro de oxígeno que llega al cerebro y ayuda a estimular el sistema nervioso parasimpático, que a su vez te ayuda a sentirte más tranquilo. Prueba esta sencilla técnica de respiración:
- Inhala profundamente por la nariz, contando hasta cuatro
- Exhala lentamente por la boca, contando hasta seis
- Repítelo varias veces: puedes programar un temporizador para uno, tres o seis minutos.
¿Ya te sientes más tranquilo?
También puedes probar la visualización, que puede ayudarte a relajarte y a reducir la ansiedad. Cierra los ojos e imagínate en tu lugar feliz, idealmente uno que sea tranquilo. Puede ser tu playa favorita, un hermoso bosque o el jardín de tu casa en un día soleado. Imagina los detalles del lugar, como los sonidos, los olores y las vistas, e imagínate allí. Relaja los hombros, desencaja la mandíbula y deja que todo te invada, sólo durante unos instantes.
5. Sea abierto y honesto
No te guardes tus sentimientos para ti. Es importante que hables con tu pareja, familia y amigos sobre tu sobrecarga auditiva. Explícales cuáles son tus desencadenantes, cómo te afecta y cuáles son tus necesidades.
Puedes decirles si hay algo que puedan hacer para ayudarte, como asegurarse de que tu tiempo a solas sea una parte no negociable del horario diario de tu familia, o ayudarte a hacer recados. Contar con un sistema de apoyo sólido puede marcar la diferencia: al fin y al cabo, criar a los hijos es cosa de todos, así que no creas que tienes que hacerlo todo sola.
6. Identificar los factores desencadenantes y los puntos conflictivos
¿Hay algo en particular que empeore tu sobrecarga auditiva? ¿Te sientes más estresada cuando tu pareja y tus hijos llegan a casa al final del día, te hacen mil preguntas y tu hijo pequeño (con el que has estado todo el día) aún no se ha acostado? ¿O temes el ajetreo de la mañana, cuando el perro grita para que le dejes salir, un niño juega ruidosamente y el bebé pide a gritos su leche?
Cada persona tiene diferentes desencadenantes y umbrales. Quizá no puedas evitarlos, pero si puedes reconocer tus desencadenantes personales, podrás gestionarlos mejor. Tal vez podrías levantarte diez minutos antes, por ejemplo, para dejar salir al perro antes de que empiece el resto del ruido, o contratar a un paseador de perros para que los lleve a dar un largo paseo a primera hora de la mañana mientras tú te ocupas de todo lo demás.
7. Use tapones para los oídos
Un buen par de tapones para los oídos puede ayudarte a reducir la intensidad de los ruidos de tu entorno. Los tapones convencionales de espuma o cera son estupendos para amortiguar todos los sonidos, pero no son necesariamente una buena idea para los padres. No quieres perderte las primeras palabras de tu hijo pequeño, o a tu hijo gritando después de dar una voltereta en el patio.
Lo que necesitas son tapones para los oídos que te ayuden a controlar el ruido para que puedas ser un padre más tranquilo y amable, en lugar de uno que esté siempre al límite. Unos que te permitan ir a una fiesta de cumpleaños sin tener migraña. Tapones que te ayuden a reducir el ruido para que puedas concentrarte en lo importante.
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Alivia la sobrecarga auditiva y recupera la calma con los tapones para los oídos Loop
Por suerte, existe una alternativa para los padres que sufren una sobrecarga auditiva y desean encontrar la calma. Los tapones Loop Engage combinan un canal acústico con una malla para reducir el volumen del ruido sin distorsionarlo. No bloquean el ruido, sino que disminuyen un poco la intensidad sin aislarte. ¡Esa llamada a mamá o papá seguirá llegando con claridad!
Al proporcionar puntas fácilmente reemplazables en una gama de tamaños, Loop te ofrece una solución de reducción de ruido de alta calidad que parece hecha a medida, sin gastos. ¿Hemos mencionado que también tienen un aspecto estupendo? Los tapones Loop parecen más pendientes que tapones, y se adaptan discretamente a tu oreja. Como no llevan pilas, ¡tampoco te quedarás sin batería en el parque! Sólo tienes que ponértelos y ponerte a hacer de padre sin el ruido extra.
Diga adiós a la sobrecarga sensorial de los padres
Si te sientes abrumado por todo el ruido que conlleva ser padre, no estás solo. Aunque a veces lo parezca. Pero te garantizamos que si compartes cómo te sientes con tus amigos, tu familia y tu red de padres, no serás la única con sobrecarga sensorial auditiva.
Y por suerte, hay muchas cosas que puedes hacer para ayudar a calmar tus sentidos. Puede que la sobrecarga auditiva no desaparezca por completo, pero cosas como crear una rutina, tomarte un tiempo de tranquilidad y usar tapones para los oídos pueden marcar una gran diferencia. Puede que necesites un poco de ensayo y error para encontrar las estrategias que te funcionen, pero merecerá la pena encontrar la calma, sin perderte esos preciosos momentos con tus hijos.
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