Consejos para los asistentes a los conciertos

Los conciertos son ruidosos. Muy ruidosos. El concierto medio es de 97 decibelios, y los conciertos de rock son aún más ruidosos, con 104 decibelios. Si no utilizas protección auditiva, a 97 decibelios pueden pasar sólo 30 minutos antes de que se produzca un daño auditivo potencial, y a 104 decibelios, sólo 7,5 minutos.

Los daños auditivos pueden manifestarse de varias formas. Si alguna vez has salido de un concierto con zumbidos en los oídos, sabrás lo molesto que puede ser. Eso se llama tinnitus y puede estar causado por la exposición a ruidos fuertes - pero si utilizas protección auditiva, es menos probable que lo desarrolles. La música alta también puede causar pérdida de audición: basta con ver el número de músicos con daños y pérdida de audición para saber que es una buena idea limitar tu exposición a ruidos fuertes.

Una forma sencilla de proteger tus oídos es utilizar tapones en los conciertos. Pero eso no significa que tengas que perderte toda la diversión. Tapones para los oídos como Loop Experience ofrecen hasta 17 decibelios (SNR) y 12 decibelios (NRR) de reducción de ruido, y se han diseñado pensando en la música, con un canal acústico y una malla especiales que filtran las ondas sonoras en lugar de bloquearlas, por lo que seguirás oyendo todo perfectamente, sólo que a un volumen más bajo.

Otras formas de evitar lesiones auditivas en los conciertos son situarte lejos del altavoz (cuanto más cerca estés de la fuente de ruido, más fuerte será) y hacer descansos para limitar tu exposición al ruido.